Cognados falsos, opuestos y otras contrariedades

Los beneficios NO benéficos: El peligro silencioso de los falsos amigos en la traducción

Oct 08, 2025

En el mundo de la traducción y la interpretación, pocas trampas son tan sutiles —y a la vez tan peligrosas— como los falsos cognados, también conocidos como falsos amigos o faux amis.


Son esas palabras que parecen gemelas entre dos idiomas, pero cuyo significado real es distinto. Nos hacen creer que entendemos… hasta que el sentido se tuerce y la comunicación pierde su rumbo.


Uno de los ejemplos más engañosos entre el inglés y el español es la palabra “benefits”, que muchos traducen, casi automáticamente, como “beneficios”.


Cuando una palabra familiar causa confusión

Hace poco, durante una reunión presupuestal del distrito escolar, interpreté una presentación dirigida a la comunidad. El material visual —traducido visiblemente con ayuda de una herramienta automática— usaba el término “beneficios” para referirse a los employee benefits del personal.


A simple vista, nadie sospechó problema alguno. Pero, conforme avanzaba la reunión, comenzaron las preguntas del público hispanohablante:

“¿Por qué los empleados reciben tantos beneficios si ya tienen su sueldo y su seguro médico?”


El público interpretó beneficios no como parte del paquete laboral, sino como ventajas extra, privilegios o incluso favores especiales.


Lo que el presentador quería comunicar —prestaciones laborales como vacaciones, jubilación o licencias médicas— se transformó, por una sola palabra, en una fuente de desconfianza y desconcierto.


Cuando la traducción automática falla, la confianza se resquebraja

El error no fue gramatical. Fue cultural.


En inglés, benefits es un término técnico dentro del ámbito laboral y administrativo. En español, beneficios suele asociarse con ganancias económicas, utilidades o actividades benéficas.


Por eso, traducir “employee benefits” como “beneficios de los empleados” es incorrecto o, al menos, confuso.


El equivalente correcto, en la mayoría de los países hispanohablantes, sería “prestaciones laborales” o “prestaciones sociales”, dependiendo del contexto.

Un cambio tan pequeño de palabra puede marcar la diferencia entre un mensaje claro y una interpretación equivocada que siembra dudas en la audiencia.


Y eso fue exactamente lo que ocurrió: la comunidad, queriendo entender, terminó cuestionando la justicia del presupuesto. Todo por un falso amigo.


“Benefits” y “beneficios”: semejantes… pero distintos

El inglés y el español comparten raíces latinas, pero cada lengua evolucionó dentro de su propia historia jurídica y social.


Por eso:

  • Benefits puede significar prestaciones, subsidios, ventajas o ayudas.
  • Beneficios, en cambio, se usa más naturalmente para hablar de utilidades, ganancias o acciones benéficas.


Así, traducir sin contexto es como navegar sin brújula: se llega a algún lugar, pero no necesariamente al destino correcto.


La lección: traducir es interpretar la intención, no las palabras

Este episodio sirvió para recordar algo esencial:


La traducción no se trata de palabras, sino de significados.


Cada término encierra un universo de cultura, derecho y percepción.


Cuando un traductor o intérprete domina ambos mundos, no sólo comunica información: preserva la confianza entre quienes hablan y quienes escuchan.

Después de aquella reunión, al explicar la diferencia entre beneficios y prestaciones laborales, muchos asistentes rieron aliviados. Habían comprendido que el malentendido no era suyo, sino de la traducción automática.


Y en ese momento, quedó claro que un solo falso amigo puede poner en riesgo la credibilidad de toda una institución.


En resumen:

Los falsos cognados son los espejos engañosos del bilingüismo.


Nos hacen sentir seguros… justo antes de hacernos tropezar.


Por eso, la próxima vez que veas “benefits” → “beneficios” en un texto oficial, recuerda: no todos los beneficios son benéficos.